jueves, 31 de julio de 2014

sábado, 26 de julio de 2014

Tú eres todo mío y yo soy toda tuya


"¡Oh Señor Dios, amador santo mío! Cuando Tú vinieres a mi corazón, se alegrarán todas mis entrañas.
Tú eres mi gloria y la alegría de mi corazón.
Tú eres mi esperanza y refugio en el día de mi tribulación.
Mas porque soy aún flaco en el amor e imperfecto en la virtud, por eso tengo necesidad de ser fortalecido y consolado por Ti.
Por eso visítame, Señor, más veces, e instrúyeme con santas doctrinas.
Líbrame de mis malas pasiones, y sana mi corazón de todas mis aficiones desordenadas; porque sano y bien purgado en lo interior, sea apto para amarte, fuerte para sufrir, y firme para perseverar.
Gran cosa es el amor, y bien sobremanera grande; él solo hace ligero todo lo pesado, y lleva con igualdad todo lo desigual. Pues lleva la carga sin carga, y hace dulce y sabroso todo lo amargo.
El amor noble de Jesús nos anima a hacer grandes cosas, y mueve a desear siempre lo más perfecto.
El amor quiere estar en lo más alto, y no ser detenido de ninguna cosa baja.
El amor quiere ser libre y ajeno de toda afición mundana; porque no se impida su vista, ni se embarace en ocupaciones de provecho temporal, o caiga por algún daño.
No hay cosa más dulce que el amor; nada más fuerte, nada más alto, nada más ancho,nada más alegre, nada más lleno, ni mejor en el cielo ni en la tierra; porque el amor nació de Dios, y no puede aquietarse con todo lo criado, sino con el mismo Dios.
El que ama, vuela, corre y se alegra, es libre y no embarazado.
Todo lo da por todo; y todo lo tiene en todo; porque descansa en un Sumo bien sobre todas las cosas, del cual mana y procede todo bien.
No mira a los dones, sino que se vuelve al dador sobre todos los bienes.
El amor muchas veces no guarda modo, mas se enardece sobre todo modo.
El amor no siente la carga, ni hace caso de los trabajos; desea más de lo que puede: no se queja que le manden lo imposible; porque cree que todo lo puede y le conviene.
Pues para todos es bueno, y muchas cosas ejecuta y pone por obra, en las cuales el que no ama, desfallece y cae.
El amor siempre vela, y durmiendo no duerme.
Fatigado no se cansa; angustiado no se angustia; espantado no se espanta: sino, como viva llama y ardiente luz, sube a lo alto y se remonta con seguridad.
Si alguno ama, conoce lo que dice esta voz: Grande clamor es en los oídos de Dios el abrasado afecto del alma que dice: Dios mío, amor mío, Tú eres todo mío y yo soy toda tuya.
Dilátame en el amor, para que aprenda a gustar con la boca interior del corazón cuán suave es amar y derretirse y nadar en el amor.
Sea yo cautivo del amor, saliendo de mí por él grande fervor y admiración.
Cante yo cánticos de amor: sígate, amado mío, a lo alto, y desfallezca mi alma en tu alabanza, alegrándome por el amor.
Amete yo más que a mí, y no me ame a mí sino por Ti, y en Ti a todos los que de verdad te aman como manda la ley del amor, que emana de Ti como un resplandor de tu divinidad.
El amor es diligente, sincero, piadoso, alegre y deleitable, fuerte, sufrido, fiel, prudente, magnánimo, varonil y nunca se busca a sí mismo; porque cuando alguno se busca a sí mismo, luego cae del amor.
El amor es muy mirado, humilde y recto; no es regalón, liviano, ni entiende en cosas vanas; es sombrío, casto, firme, quieto y recatado contra todos los sentidos.
El amor es sumiso y obediente a los superiores, vil y despreciado para sí; para Dios devoto y agradecido, confiando y esperando siempre en El, aun cuando no le regala, porque no vive ninguno en amor sin dolor.
El que no está dispuesto a sufrirlo todo, y a hacer la voluntad del amado, no es digno de llamarse amante".

"Diré en los oídos de mi Dios, mi Señor y mi Rey que está en el cielo: ¡Oh Señor, cuán grande e la abundancia de tu dulzura, que escondiste para los que te temen! Pero ¿qué eres para los que te aman? y ¿qué para los que te sirven de todo corazón? Verdaderamente es inefable la dulzura de tu contemplación, la cual das a los que te aman. En esto me has mostrado singularmente tu dulce caridad, en que cuando yo no existía, me criaste, y cuando erraba lejos de Ti, me convertiste para que te sirviese, y me mandaste que te amase.
¡Oh fuente de amor perenne! ¿Qué diré de Ti? ¿Cómo podré olvidarme de Ti, que te dignaste de acordarte de mí, aun después que yo me perdí y perecí? Usaste de misericordia con tu siervo sobre toda esperanza, y sobre todo merecimiento me diste tu gracia y amistad. ¿Qué te volveré yo por esta gracia?
(...) Tuyas son, pues, todas las cosas que tengo y con que te sirvo. Pero por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti.
(...) ¿Qué te daré yo por tantos millares de beneficios? ¡Oh! ¡Si pudiese yo servirte todos los días de mi vida! ¡Oh! ¡Si pudiese solamente, siquiera un solo día, hacerte algún digno servicio!".

"La imitación de Cristo", del beato Tomás de Kempis (1380-1471).


• "La imitación de Cristo", versión en PDF, en español.
• "La imitación de Cristo", audiolibro, en español.


jueves, 10 de julio de 2014

Ataduras de amor


"Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer".

Oseas 11, 4



martes, 8 de julio de 2014

Que María vea a Jesús en ti










"Si quieres que María se alegre, si quieres lograr que sonría, haz que Ella vea nuevamente a su Jesús en ti".

Beata María Cándida de la Eucaristía (1884-1949), carmelita descalza

domingo, 6 de julio de 2014

Me casaré contigo


"Así dice el Señor: 'Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día -oráculo del Señor-, me llamará Esposo mío, no me llamará Ídolo mío. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor'".


Oseas 2, 16. 17b-18. 21-22:

jueves, 3 de julio de 2014

Santa Rafqa, el lirio del Líbano


"Yo quisiera hacer un noble empleo de mi vida... dar a Cristo todo mi amor. Él solo es más grande que mi corazón".

"Dios mío, yo quiero que mi voluntad sea, en todo, semejante a la vuestra".

"Mi dulce Salvador ha sufrido más que yo. La Cruz es mi única consolación".

"En comunión con los sufrimientos de Cristo".

"Sí, soy feliz, porque doy todo al Buen Dios. Ardo siempre en las profundidades de mi ser, para hacer su Santa Voluntad".

"Sufrí mucho, Jesús sufrió más que yo. Él fue pobre y abyecto, desconocido y despreciado; odiado, calumniado y perseguido; traicionado y vendido a vil precio; censurado, acusado y condenado injustamente; abofeteado y burlado; arrastrado con la soga al cuello; flagelado hasta la sangre; despojado con infamia; coronado de espinas; cargado con la Cruz; cubierto de escupitajos; golpeado. Ultrajado y ridiculizado; atado a un madero infame; envilecido; aniquilado delante de los hombres. Mi cabeza no está coronada de espinas, no hay clavos en mis pies, ni en mis manos. Y además, tengo culpas que expiar; pero Él, ha sufrido por amor a nosotros una infinidad de oprobios y muchos sufrimientos".

"No, no tengo miedo a la muerte, la espero desde hace mucho tiempo; que Dios me de las fuerzas para amar a la muerte."

"Quiero ser juzgada por Aquel a quien he amado mucho".

"Lo que viene de Dios debemos aceptarlo con una completa resignación. El Alfarero es maestro de su pasta, hace lo que le place. Que su Santa Voluntad sea hecha".

"Cristo en el Calvario murió una vez para todos; en el Sacramento de la Eucaristía Él renueva para cada uno su muerte y le aporta los frutos. Poseámoslo, encerrémoslo en nuestro corazón: Él es nuestro querido cautivo".

"Recurrid al Amigo Divino del Tabernáculo, en cualquier ocasión, pena, dificultad".

"Habitúense a la compañía de Jesús con visitas frecuentes y cotidianas al adorable Compañero del Tabernáculo".

"La Hostia es mi vida, me sostiene poderosamente, para terminar el día de mis sufrimientos".

"Hagan comunión espiritual cuanto puedan, aunque sean hasta mil al día".
"¡Mi Jesús, derrama en mi un poco de tu inmenso amor! Tengo tanta necesidad de amor para decirte siempre 'fiat', consentir en todos los sacrificios, aceptar alegremente todas las inmolaciones".


"No olviden la sexta herida de Cristo ; la herida de su hombro, esta herida fue muy dolorosa porque cargaba la cruz de nuestros pecados".


Santa Rafqa (o Rafca o Rebeca), religiosa maronita libanesa (1832-1914).



Web de santa Rafqa, del Monasterio de San José, Líbano, textos en varios idiomas.
Web de santa Rafqa, de Argentina, en español.
Película sobre la vida de santa Rafqa, en árabe, subtitulada en inglés.