lunes, 30 de junio de 2014

Hermosura tan antigua y tan nueva


"¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillante y resplandeciente, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia paz que procede de ti".


"Las Confesiones", Agustín de Hipona (354-430).


sábado, 28 de junio de 2014

Dime con Quién andas...





"Poco a poco se coge el temple, estilo, maneras del Señor al estar muchas veces con Él. Esto puede parecer extraño, pero observamos en el verano y en nuestras tierras cómo vienen las personas de morenitas y tostaditas al regreso de la playa, tras los baños no solo de agua sino de sol. Terminan con el dorado apetecible y con ese color reluciente del astro mayor. Esto se ve con facilidad, como cuando dos personas duermen juntas, que se apostilla: 'dos que duermen en un colchón, se vuelven de la misma opinión'. Pues estando muchas veces a solas con quien sabemos que nos ama; se vuelve uno del estilo, temple y condición de aquel a quien se ama y se le acompaña desde la soledad. De esta forma obra uno como Dios, cosa rara pero así es; como decimos en el 'padrenuestro': así en la tierra como en el cielo".

Fray Francisco Víctor López Fernández, carmelita descalzo. "Ventajas y beneficios de estar con el Señor". Texto completo
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viernes, 27 de junio de 2014

¿Cómo no amarlo hasta el delirio?: Teresa de los Andes

"Cuán bien experimento que Él es el único Bien que nos puede satisfacer, el único ideal que nos puede enamorar enteramente. Lo encuentro todo en Él. Me gozo hasta lo íntimo de verlo tan hermoso, de sentirme siempre unida a Él, ya que Dios es inmenso y está en todas partes. Nadie puede separarme. Su esencia divina es mi vida. Dios en cada momento me sostiene, me alimenta. Todo cuanto veo me habla de su poderío infinito y de su amor. Uniéndome a su Ser Divino me santifico, me perfecciono, me divinizo..." (Carta, 121).

"Nada hay que pueda ser un atractivo para el alma que sólo busca a Dios; y yo misma me espanto al considerar esta indiferencia respecto aún de aquello que antes me entusiasmaba. Mi única dicha, por ahora, es sólo vivir con mi Jesús; en Él encuentro en grado infinito todo lo que mi alma puede ambicionar" (Carta, 157).

"¿Cómo no amarlo hasta el delirio, cómo no despreciarlo todo ante el espectáculo de sus encantos y bellezas infinitas?" (Carta, 130).

"En este instante, mi alma se halla bajo el peso infinito de su amor (...). Estoy sumergida en Él. Perdida en su inmensidad. Compenetrada por su sabiduría. Viviendo porque Él es mi principio de vida, mi todo" (Carta, 114).

"En este instante estoy presa por Él. Me tiene encarcelada en el horno del amor. Vivo en Él (...). ¡Qué paz, qué dulzura, qué silencio, qué mar de bellezas encierra este divino Corazón! (Carta, 109).

"¡Qué cosa más rica es para el alma que ama pasar la vida junto al Sagrario! Él, prisionero por su amor, y ella también. Nada los separa. Ninguna preocupación. Sólo deben amarse y perderse la criatura en su Bien infinito. Él le abre su Corazón, y allí la hace vivir olvidada de todo lo del mundo, porque le revela sus encantos infinitos, a la vista de los cuales todo lo demás es vanidad. Él la estrecha y la une para sí. Y el alma, perdida y enloquecida ante la ternura de todo un Dios, desprecia las criaturas, y sólo quiere vivir sola con el Amor" (Carta, 130).

"Jesús me alimenta cotidianamente con su Carne adorable y, junto con este manjar, escucho una voz dulce y suave como los ecos armoniosos de los ángeles del cielo. Esta es la voz que me guía, que suelta las velas del barco de mi alma para que no sucumba y para que no se hunda. Siempre siento esa voz querida que es la de mi Amado, la voz de Jesús en el fondo del alma mía; y en mis penas, en mis tentaciones, es Él mi Consolador, Él es mi Capitán" (Diario, 10).

"Me pasa que cuando hablan de la Eucaristía siento algo tan extraño en mí, que no puedo pensar ni hacer nada. Como que me paralizo y creo que si en ese instante me vinieran ímpetus de amor no los podría resistir. ¡Jesús mío, me anonado ante tu amor!" (Diario 42).

"Aprovechemos para enriquecernos el momento de la comunión. Bañémonos en esa fuente de santidad y pidámosle el mundo entero de las almas, porque no nos sabrá decir que no. Porque su Corazón está latiendo amorosamente y al unísono del nuestro; de modo que todos nuestros deseos son de Él, y Él es todopoderoso. ¡Qué identificación tan grande! Somos en esos momentos otro Dios. Para mí esos momentos son cielo sin nada de destierro. ¿Qué puedo desear ya si todo un Dios es mío?" (Carta 113).

"Si cada mañana al comulgar nos preparáramos un poco mejor, ¡cómo nos aprovecharíamos de nuestra comunión...!, ¡cómo pasaríamos el día entero en éxtasis de amor para con ese Dios inmenso, majestuoso, hecho alimento de nuestras almas! En el cielo, hermanita, los ángeles lo contemplan faz a faz, pero nosotros los hombres lo poseemos cada uno, nos identificamos con Él. En esos momentos en que mi alma está unida a Dios, cesa todo para mí. Me faltan palabras, hermanita, para expresar la dicha divina que experimento. Siento al Infinito, al Eterno, al Santo todopoderoso, al sapientísimo Dios unido con la nada pecadora. Entonces adoro y más amo. Entonces es cuando el alma se siente pura. Está en la fuente de la santidad" (Carta 114).


Santa Teresa de Jesús de los Andes (1900-1920), carmelita descalza.


· Sitio web oficial de santa Teresa de los Andes.
• Cartas
· Diario
· "Experiencia eucarística de Dios en santa Teresa de los Andes", texto de fray Guillermo Juárez, op.
· Miniserie "Teresa de los Andes"

domingo, 22 de junio de 2014

sábado, 21 de junio de 2014

Santísimo manjar








La Eucaristía está en el centro de la experiencia de oración de santa Teresa de Jesús.
Es en la Eucaristía donde se da el encuentro privilegiado con el Amado.
Hay una experiencia real de su Presencia. Hay una experiencia real de encuentro. Hay una manifestación real de Cristo.
Teresa le ve, le reconoce, le recibe... Jesús se le manifiesta, más cuanto más le desea.
Y ese encuentro deviene en diálogo de amor, lo que para Teresa constituye la esencia de la oración.
Será en la Eucaristía donde Teresa encontrará el remedio a sus desánimos, la gracia para superar las tentaciones y hasta la llave para su matrimonio espiritual con Cristo.
"Danos hoy nuestro pan de cada día". Esto que pedimos a Dios y que Teresa tanto recomendó en los capítulos 33 a 35 de su "Camino de perfección"... Santísimo manjar. Pan que hace maravillas en quien le recibe en su pobre posada. Rey disfrazado, pero no tanto, que hasta se descubre del todo.


"¿Pensáis que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo manjar, y gran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es, y conozco una persona de grandes enfermedades que, estando muchas veces con graves dolores, como con la mano se le quitaban y quedaba buena del todo. Esto muy ordinario, y de males muy conocidos que no se podían fingir, a mi parecer. Y porque de las maravillas que hace este santísimo pan en los que dignamente lo reciben son muy notorias, no digo muchas que pudiera decir de esta persona que he dicho, que lo podía yo saber y sé que no es mentira" (Camino 34,6).
"Mas ésta habíala el Señor dado tan viva fe que cuando oía a algunas personas decir que quisieran ser en el tiempo que andaba Cristo, nuestro bien, en el mundo, se reía entre sí, pareciéndole que, teniéndole tan verdaderamente en el Santísimo Sacramento como entonces, que ¿qué más se le daba? Mas sé de esta persona que muchos años, aunque no era muy perfecta, cuando comulgaba, ni más ni menos que si viera con los ojos corporales entrar en su posada el Señor, procuraba esforzar la fe para que, como creía verdaderamente entraba este Señor en su pobre posada, desocupábase de todas las cosas exteriores cuanto le era posible, y entrábase con Él. Procuraba recoger los sentidos para que todos entendiesen tan gran bien, digo, no embarazasen al alma para conocerle. Considerábase a sus pies y lloraba con la Magdalena, ni más ni menos que si con los ojos corporales le viese en casa del fariseo. Y aunque no sintiese devoción, la fe le decía que estaba bien allí" (Camino 34,6-7).
"Porque, si no nos queremos hacer bobos y cegar el entendimiento, no hay que dudar; que esto no es representación de la imaginación, como cuando consideramos al Señor en la cruz o en otros pasos de la Pasión, que le representamos en nosotros mismos como pasó. Esto pasa ahora y es entera verdad, y no hay para qué irle a buscar en otra parte más lejos, sino que, pues sabemos que mientras no consume el calor natural los accidentes del pan, que está con nosotros el buen Jesús, que nos lleguemos a Él. Pues si cuando andaba por el mundo, de sólo tocar sus ropas sanaba los enfermos, ¡qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe, y nos dará lo que le pidiéremos, pues está en nuestra casa. Y no suele Su Majestad pagar mal la posada, si le hacemos buen hospedaje" (Camino 34,8).
"Si os da pena no verle con los ojos corporales, mirad que no nos conviene, que es otra cosa verle glorificado, o cuando andaba por el mundo; no habría sujeto que lo sufriese, de nuestro bajo natural, ni habría mundo ni quien quisiese parar en él; porque en ver esta Verdad eterna, se vería ser mentira y burla todas las cosas de que acá hacemos caso. Y, viendo tan gran Majestad, ¿cómo osaría una pecadorcilla como yo, que tanto le ha ofendido, estar tan cerca de Él? Debajo de aquel pan está tratable; porque si el rey se disfraza, no parece se nos daría nada de conversar con Él; parece está obligado a sufrirlo, pues se disfrazó. ¡Quién osara llegar con tanta tibieza, tan indignamente, con tantas imperfecciones...!" (Camino 34,9).
"¡Oh, cómo no sabemos lo que pedimos y cómo lo miró mejor su sabiduría!: porque a los que ve se han de aprovechar de su presencia, Él se les descubre; que, aunque no le vean con los ojos corporales, muchos modos tiene de mostrarse al alma con grandes sentimientos interiores y por diferentes vías. Estaos vos con Él de buena gana. No perdáis tan buena sazón de negociar como es la hora después de haber comulgado. Si la obediencia os mandare, hermanas, otra cosa, procurad dejar el alma con el Señor; que si luego lleváis el pensamiento a otra (cosa), y no hacéis caso ni tenéis cuenta con que está dentro de vos, ¿cómo se os dará a conocer? Este, pues, es buen tiempo para que os enseñe nuestro Maestro, y que le oigamos y besemos los pies porque os quiso enseñar, y le supliquéis no se vaya de con vos " (Camino 34,10).
"...Acabando de recibir al Señor, pues tenéis la misma persona delante [y no sólo su retrato], procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma y miraros al corazón; que yo os digo, y otra vez lo digo, y muchas lo querría decir, que si tomáis esta costumbre todas las veces que comulgareis -y procurad tener tal conciencia que os sea lícito gozar a menudo de este bien-, que no viene tan disfrazado que -como he dicho- de muchas maneras no se dé a conocer, conforme al deseo que tenemos de verle. Y tanto lo podéis desear, que se os descubra del todo" (Camino 34,12).


Más sobre santa Teresa y la Eucaristía:
• "La lección eucaristica de santa Teresa", texto del padre Tomás Álvarez, ocd.
• "El Cristo eucarístico de Teresa de Jesús", texto del padre Rómulo Cuartas, lcd
• "Camino de Teresa: oración ante el misterio de la Eucaristía", ficha de oración.
• "Santa Teresa y la Eucaristía", conferencia de fray Héctor Salazar, ocd. En audio y vídeo.
• "El santÍsimo sacramento es la medicina que necesitamos para curar nuestros males", audio del podcast "El mensaje de santa Teresa", del padre Miguel Ángel de la Madre de Dios, ocd.

 • "Hele aquí compañero nuestro en el Santísimo Sacramento", audio del podcast "El mensaje de santa Teresa", del padre Miguel Ángel de la Madre de Dios, ocd.

jueves, 19 de junio de 2014

Te adoro con devoción







"Adoro te devote" es uno de los cinco himnos que santo Tomas de Aquino compuso en honor a Jesús Sacramentado por pedido del Papa Urbano IV con motivo del establecimiento en 1264 de la festividad de Corpus Christi.
Han pasado 750 años y esta oración no ha perdido ni una pizca de su belleza, sea cantada en latín o en cualquier otra lengua, con canto gregoriano o con acordes modernos...
Cuando un alma contempla a Jesús verdaderamente presente en la Eucaristía, cuando le es dado abismarse en este misterio, desborda interiormente y canta así...

Adoro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subiicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.
In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.
O memoriale mortis Domini!
Panis vivus, vitam praestans homini!
Praesta meae menti de te vivere
Et te illi semper dulce sapere.
Pie pellicane, Iesu Domine,
Me immundum munda tuo sanguine.
Cuius una stilla salvum facere
Totum mundum quit ab omni scelere.
Iesu, quem velatum nunc aspicio,
Oro fiat illud quod tam sitio;
Ut te revelata cernens facie,
Visu sim beatus tuae gloriae.
Amen


Rendido a Ti te adoro, oculta deidad,
que bajo esta forma en verdad estás.
Todo a TI someto entero el corazón,
porque al contemplarte muere por tu amor.
Vista, tacto, gusto fallan ante Ti.
El oído basta para decir sí.
Creo cuanto DIjo el Hijo de Dios.
No hay verdad más grande, pues Él lo afirmó.
La Cruz escondía tu divinidad,
ahora aquí se oculta tu humanidad.
Ambas cosas creo y confieso yo.
Y pido lo mismo que aquél buen ladrón.
Tus llagas no veo como vio Tomás.
Mas que Tú eres mi Dios quiero confesar.
Que en Ti crea siempre, siempre más en Ti,
de Ti todo espere, te ame sólo a Ti.
¡Oh real presencia de Pasión y Cruz!
Pan vivo que prestad vida al que amas Tú.
A mi alma dale que viva de Ti,
y que la dulzura sienta siempre en Ti.
Tu Carne me entregad, mi Señor Jesús.
Limpia mi inmundicia tu Sangre de Cruz.
De la que una gota puede ya bastar,
y del mundo entero el pecado borrar.
Jesús, que escondido veo ahora yo,
ruego que se cumpla ya mi gran pasión:
que tu rostro vea sin sombras, Señor,
y feliz contemple tu gloria, mi Dios. Amén.


 
Versión en vídeo:

sábado, 14 de junio de 2014

Vocación a la Eucaristía: María Cándida de la Eucaristía

"Contemplar con fe redoblada a nuestro Amado en el Sacramento: vivir de Él que viene cada día".

"Jesús mío, cuánto te amo! Es un amor inmenso el que nutro en mi corazón por Ti, oh Amor Sacramentado... Cuán grande es el amor de un Dios hecho pan por las almas! De un Dios hecho prisionero por mí".

"Le pido a mi Jesús ser puesta como centinela de todos los Sagrarios del mundo hasta el fin de los tiempos".

"El Cielo mismo no posee más. Aquel único tesoro está aquí, es Dios! Verdaderamente, sí verdaderamente: mi Dios y mi Todo".

"¡Oh Jesús, hostia de amor! Hostia inmaculada, inmenso hechizo de mi alma, querría mirarte siempre, beber de ti un amor y una pureza infinitos. Querría ser semejante a ti y agradarte. ¡Oh Jesús mío, dame el esplendor de la hostia! Dame el candor de la hostia inmaculada. ¡Oh alimento divino!, querría transformarme en ti y convertirme para ti en una hostia pura, dulcísima y santa. Como yo me complazco en ti, así querría que tú pudieras complacerte en mí.
Hostia santa inmaculada, me lleno de tu pureza. Tú que eres la vida, haz que yo viva de ti. Una vez más me consagro enteramente a tu amor. Te consagro todos mis sentimientos, mis suspiros, mis aspi- raciones y todos mis deseos. Te deseo, únicamente y siempre a ti. Te ofrezco todo mi amor, como un torrente: desde que mi corazón tiene vida hasta el día que se acabe.
¡Oh candor eterno, mis ojos te buscan como el niño busca a su mamá!
Con manos puras, como las de María, quisiera elevarte al cielo, para que te pudieran mirar todos. Quisiera que el sol se eclipsase pronto y sólo tú resplandecieses, ¡oh sol eterno!, iluminando y calentando a todos. ¡Oh sol divino, me pongo para siem- pre bajo tus rayos! ¡Oh santísima hostia, purifícame e incéndiame, haz que mi palanca alcance la más alta santidad y las cimas del amor! Conviérteme en una sola cosa contigo, unida totalmente. Tengo gran esperanza en ti".


Beata María Cándida de la Eucaristía (1884-1949), carmelita descalza.


Datos biográficos
María Cándida
(web en italiano).
"Tutto dall'Eucaristía", semblanza, en italiano.
"Coloquios eucarísticos", escrito de la Madre Cándida, en español.








"Para siempre, siempre, siempre...": Teresa de Jesús y el "Libro de la vida"

Santa Teresa de Jesús (1515-1582) es maestra de oración. Pero antes de mostrarnos el camino, ella misma lo recorrió, intentó desentrañarlo, saborearlo, descifrarlo, comprenderlo...
Éste es siempre un camino personalísimo. Dios nos lleva por un sendero siempre único, irrepetible...
El "Libro de la vida" es la bitácora de este viaje de santa Teresa.
Después de mucho caminar, llega a un recodo del camino donde se asoma a un abismo insondable. Necesita comprender cómo llegó ahí y confirmar si lo que está viendo, sintiendo y viviendo es posible: Dios regalándose a su alma de un modo inefable.
Acude a los confesores y éstos le mandan escribir por obediencia de lo más íntimo que una persona tiene: lo que acontece en el alma.
Éste no es un libro autobiográfico, sino una historia de amor.
Hay ciertamente muchos elementos biográficos, pero son los que Teresa rescata para intentar comprender su propia historia de amor con Dios.
Y desde allí relata las misericordias de Dios en su vida... Y pone por escrito su modo de orar, su particular forma de tratar de amistad con Aquel que sabe que le ama...
Escribe de oración orando. Transforma el ejercicio de meditar y escribir en oración. Interrumpe cada tanto su relato para el diálogo con su Amado.
Ninguna vida es igual a otra. Pero todos estamos llamados a vivir una verdadera historia de amor con Dios y ésta es la invitación de Teresa.
Su vida no fue lineal. Tuvo muchas idas y venidas en el camino. Pero es hermoso mirar atrás, como ella lo hizo, y ver que Él siempre ha caminado a nuestro lado. Es maravilloso constatar que ha puesto en nosotros el deseo de buscarle, de ir hacia adelante, de amarle... "para siempre, siempre, siempre" (Vida 1,4).


• "Libro de la vida", para descargar en PDF.
• "Libro de la vida", para leer en línea.
• "Libro de la vida", audios de Librivox con la lectura del texto, por capítulos.
"Teresa de Jesús y el Libro de la vida", podcast en Ivoox con comentarios sobre el Libro de la vida, de Radio OCD (Centroamérica).
"El mensaje de Santa Teresa", podcast en Ivoox con comentarios sobre el Libro de la vida, por el padre Miguel Ángel de la Madre de Dios, ocd (España).


domingo, 1 de junio de 2014

Encuentren la paz en mí

"Encuentren la paz en mí. 
En el mundo tendrán que sufrir; 
pero tengan valor: 
yo he vencido al mundo".

Juan 16, 33


Abwoon D`Bashmaya

Padrenuestro en arameo:

Abwoon d'bwashmaya
Nethqadash shmakh
Teytey malkuthakh
Nehwey tzevyanach
aykanna d'bwashmaya APH b'arha.
Hawvlan Lachma d'sunqanan yaomana.
Washboqlan khaubayn aykana daph khnan shbwoqan l'khayyabayn.
Wela tahlan l'nesyuna
Ela Patzún min bisha.
Ameyn



Presencia

"Yo estaré siempre con ustedes 
hasta el fin del mundo".


Mateo 28, 20.